domingo, 26 de febrero de 2017

cuarta parte: ¡tierra a la vista!

Tras aquel terrible viaje, llegamos a la costa de Turquía, teníamos que andar muchísimos kilómetros hasta llegar a Yemen, nuestro país soñado. Sin pensárnoslo mucho empezamos a andar toda la tripulación que quedaba, aunque yo pensando en ella, estaba en mi mundo ya que aquella perdida era muy grave. Todo el día estuvimos andando hasta unas montañas que había, ya habíamos hecho un cuarto de aquel duro viaje que nos esperaba. Todo el mundo se durmió a la hora ya que aquel viaje en lancha fue muy duro de asimilar. Yo me quedé despierto unas horas pensando en ella pero luego me dormí. Nos levantamos a las 6:30 de la mañana para seguir andando y ya casi habíamos llegado, hasta que nos encontramos un registro policial.

cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor















2 comentarios:

  1. Tienes algunos errores de puntuación y ortografía. El último texto me parece mejorable. Transmite cierta frivolidad e incluso, a veces, parece buscar el absurdo humorístico (con lo de los loros y los cuervos, por ejemplo), lo cual puede tener cabida en otros momentos del relato, pero no se corresponde con la intención de este episodio.

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  2. En el anterior, lo de la señora del velo y tus amigos no se entiende muy bien.

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