Sus grandes hechos y claros
no cumple que los alabe,
pues dulce personalidad
y la alegría brotaban
de su ser, con sus iconos
ayudaba en problemas,
ayudaba en estudios,
ayudaba a mantener
mi sonrisa para siempre,
hasta a aquel momento.
No dejó grandes tesoros,
ni alcanzó muchas riquezas,
pero dejó hondos hoyos
en mi corazón los cavó.
Ella odiaba los cuervos
y amaba a el loro.
Y aunque la vida perdió,
dejónos harto consuelo
su memoria.
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