domingo, 23 de abril de 2017

Texto 9: Locus amoenus. Diario de un refugiado VII

Ya llevábamos un rato largo de 4 horas más o menos esperando en el registro policial cuando de repente en la fila le vi...

Era una figura flaca y alta,
y aquel pelo marrón que sobresalta,
entonces supe que era el sin falta.



En ese grande paisaje triste y gris
 dije: y es mi amigo, Marcos no Luis
dirigiendo mis palabras a dicho país

Su cara de tristeza no encajaba.
-¿Que te ocurre?- triste, yo preguntaba
oró - nuestro destino no encajaba
¿a que se refiere? Yo me preguntaba
-Me voy a otro país- él recitaba
a otro país lejano él marchaba.
Un policía, de ahí nos separaba
al campo de refugiados me llevaba.



Yo triste y desalmado
en el suelo sentado,
 demasiado callado,
nos habían separado
me quedé pensando.


CONTINUARÁ

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